Ser adicto es un gran problema, principalmente es una encrucijada entre la falta de humildad, la negaciòn y la ilusiòn de poder consumir “responsablemente”.
A mì en lo personal, me ha afectado en todos los sectores de mi ser; el personal que interviene en lo mental y lo fìsico (aparte es un vacìo espiritual) y lo social, que incluye a los amigos y nùcleo familiar.
Por ende, debo decir que estoy completamente sòlo, puedo estar con mis padres o hermanos, pero aùn asì me presento indudablemente ausente. No quiero siquiera comenzar con las relaciones interpersonales afectivas, pues casi podria deprimirme tanto, que dejarìa de escribir.
La drogas son un universo, que pertenece al nuestro, pero es tan grande que, chistosamente encaja la palabra nos consume. Nosotros pensamos que consumimos las drogas, pero la verdad es que ellas nos consumen a nosotros, nos dejan el cuerpo descompuesto, la mente perdida y el alma vendida.
Ser adicto es luchar una guerra donde se sabe que solamente se va a perder, es tomar un aviòn con un solo destino, el cual es la fregada, sin escalas y sin poder bajarse a la mitad de camino.
Es estar peleandose con todos y con todo, reprochando que todos y todo esta mal y el que esta bien es uno.
Juàn.
Fuente: clinicaser