Las personas dependientes de sustancias tienen tres cosas en común:
1- La negación del problema adictivo.
2- El creer que necesitan la droga para funcionar normalmente.
3- El mal uso de una sustancia (la droga).
Otros síntomas pueden incluir la tolerancia, la supresión (dependencia fisiológica), cambios en las relaciones interpersonales, impulsividad, inmadurez, comportamientos dependientes y una habilidad disminuida para hacer frente a las cosas.
La dependencia de sustancias es muy a menudo una enfermedad crónica. Sin tratamiento, es continua y progtesiva y el paciente tiene síntomas persistentes que aumentan en frecuencia e intensidad y se vuelven más dañinos.
La vida de la persona se centra en la droga y el funcionamiento social se ve deteriorado. A medida que progresa la enfermedad, la persona hace lo que sea necesario para obtener la droga.
Se deterira la condición física y probablemente el consumo continuo patológico conduzca a la muerte. Con tratamiento, mejoran los comportamientos disfuncionales y la salud puede restablecerse en la mayoría o en todos los aspectos de la vida.
Fuente: www.antiadiccion.com