Según un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Toronto, en Canadá, uno de cada cinco adultos canadienses dependientes de drogas, y uno de cada seis adultos dependientes del alcohol habían sufrido abuso sexual en la infancia, frente a uno de cada 19 en la población general canadiense.
Más de la mitad de los consumidores de drogas han sido abusados físicamente en la infancia en comparación con una cuarta parte de los que no eran adictos. Después de considerar la enfermedad mental, la pobreza y el apoyo social, tanto el abuso sexual como físico se asociaron con el doble de probabilidades de adicción a las drogas.
“Hemos encontrado que tanto el abuso físico y sexual directo como indirecto (testigo de violencia doméstica de los padres) son formas de victimización infantil que están asociadas con el abuso de sustancias”, subraya la autora principal, la profesora Esme Fuller-Thomson, de la Universidad de Toronto.
“Nos sorprendió que la exposición a la violencia doméstica crónica de los padres se mantuvo significativamente vinculada tanto con la dependencia de las drogas como del alcohol, incluso cuando se ajustó para el maltrato infantil, la depresión y la mayoría de los factores de riesgo conocidos para la dependencia de sustancias”, afirma Fuller-Thomson.
“De hecho, la probabilidad de dependencia del alcohol entre los que fueron testigos de la violencia doméstica crónica de sus padres eran aproximadamente un 50 por ciento más elevados que los que no tienen esa exposición y estas probabilidades fueron similares en magnitud a las del abuso sexual infantil”, añade.
CONSECUENCIAS DE UN AMBIENTE FAMILIAR CAÓTICO Y VIOLENTO
“Uno de cada siete adultos con dependencia de las drogas o el alcohol había sido expuesto a la violencia crónica en el hogar paterno, frente a una de cada 25 en la población general. La violencia doméstica de los padres se considera ‘crónica’ si ocurrió 11 veces o más antes de que el encuestado tuviera 16 años de edad”, señala.
Se necesita más investigación para entender las vías por las cuales ser testigos de la violencia doméstica de los padres y el maltrato infantil en la infancia puede aumentar la prevalencia de la dependencia de las drogas y el alcohol a lo largo de la vida. Fuller-Thomson sugiere que “el ambiente del hogar caótico y violento crónico puede haber predispuesto a las personas a recurrir al alcohol o las drogas como una forma de hacerles frente”.
Dr. Rodolfo Rodríguez Moreno
Ced Prof. 7342 243
Psiquiatra de Clínica SER
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