Si bien muchos consumidores creen que estas sustancias no son prejudiciales, la investigación científica ha demostrado que pueden producir una amplia variedad de efectos indeseables como alucinaciones, paranoia, amnesia y en algunos casos, la muerte. Cuando se emplean mezcladas con el alcohol estas drogas son aun más peligrosas ya que actúan sobre los mismos mecanismos cerebrales y la mezcla potencia la acción de ambas sustancias.

Asimismo, existen grandes diferencias en la forma en que cada individuo reacciona a estas sustancias y no se puede predecir cómo será esa reacción. En algunos casos ha habido una reacción muy grave, incluso mortal, la primera vez que alguien ha tomado una droga de diseño.

Además, en muchas ocasiones las drogas de diseño están adulteradas con sustancias aun más peligrosas

Puesto que algunas drogas de diseño son inodoras, incoloras e insípidas pueden mezclarse fácilmente con las bebidas y se han asociado con abusos sexuales y violaciones, razón por la que se las denomina como “drogas del olvido”.

Breve Introducción a las Drogas de Diseño

La producción de drogas de diseño en laboratorios clandestinos y la distribución o tráfico ilegal de nuevas moléculas con efectos similares a las ya conocidas, o ligeramente distintas, con efectos aún no conocidos, va muy por delante de la investigación científica al respecto de sus efectos indeseables y peligrosos. Las drogas que la investigación tiene bien estudiadas son las siguientes.

El mensaje es simple: No correr riesgos y no consumir drogas de diseño Metilendietilmetaanfetamina (MDMA). “Éxtasis”. Es un estimulante y un alucinógeno. Los jóvenes emplean el éxtasis para mejorar su estado de ánimo y obtener energía para seguir bailando toda la noche. Sin embargo, el empleo crónico de éxtasis parece lesionar la capacidad cerebral para pensar y regular las emociones, la memoria, el sueño y el dolor.

Gammahidroxibutirato (GHB). “Éxtasis líquido”. Puede sintetizarse incluso en laboratorios domésticos. A dosis bajas el GHB es relajante, pero a dosis elevadas, los efectos sedantes se convierten en sueño y eventualmente en coma o muerte.

RohypnolÒ. “Pastilla del olvido” De la familia de las benzodiazepinas ansiolíticas es un sedante inodoro e insípido. Se mezcla con relativa facilidad en las bebidas con gas. Puede producir que quien lo consume olvide lo que ha dicho, lo que ha hecho o lo que ha pasado. Otros efectos son hipotensión, mareos, inestabilidad, confusión y malestar digestivo.

Ketamina. “Pastilla del olvido”. Es un anestésico. Una pequeña cantidad de ketamina produce la pérdida de la atención, la capacidad de aprendizaje y de la memoria. A dosis altas, la ketamina puede producir delirio, amnesia, hipertensión, depresión y graves problemas respiratorios.

Metanfetamina. “Speed”. A menudo se sintetiza en laboratorios domésticos. Es un estimulante que puede producir serios problemas de salud, como pérdida de memoria, agresividad, violencia, comportamiento psicótico y problemas cardiacos.

Dietilamida del ácido lisérgico (LSD). “Ácido”, “tripy”. Un alucinógeno que puede producir un comportamiento imprevisible dependiendo de la cantidad que se ha tomado, el lugar en que se consume la droga y la personalidad del consumidor, que puede sentir los siguientes efectos: entumecimiento, debilidad, náuseas, aumento de la frecuencia cardiaca, sudoración, falta de apetito, “flashbacks” y somnolencia.

Los locales de música tipo discoteca, disco-bares, conciertos, “after-hours”, etc. siguen atrayendo a adolescentes y adultos jóvenes que pueden pensar que el éxtasis, el éxtasis líquido, la pastilla del olvido y otras drogas de diseño no son perjudiciales. Eso no es verdad. Mientras se investigan sus efectos a nivel científico con una cierta sensación de urgencia, hay que desarrollar estrategias terapéuticas y preventivas.

El mensaje es relativamente simple: experimentar con las drogas de diseño es algo impredecible y peligroso.

Fuente: clinica para enfermedades mentales en Puebla