En la edición anterior, señalé acerca de las repercusiones que tiene sobre el bebé en gestación, y como eso no ayuda a lograr un embarazo sano por el consumo de drogas por parte de su mamá. En esta, me referiré a cómo influye el tabaco, las alteraciones del feto y la muerte súbita.
Respecto al Tabaco
Las alteraciones neuroconductuales son quizá más leves que las del crecimiento, pero en muchos casos su importancia es mayor. A veces en el recién nacido se observan síntomas que sugieren un leve síndrome de abstinencia. Sin embargo, tiene mayor interés la observación hasta los 5-6 años de alteraciones del lenguaje, atención, auditivas, de expresión o cognoscitivas, y de gran trascendencia es la posibilidad en algunos casos de que el tabaco durante la gestación sea por sí solo causante posteriormente de retraso mental en el niño, bien sea por efecto tóxico directo, por alteraciones de la nutrición materna, por aumentar las complicaciones durante el embarazo o por producción de hipoxia fetal . En todo caso es difícil separar muchas veces en los niños expuestos a drogas durante el embarazo, el papel que juegan en las alteraciones conductuales, las drogas y las circunstancias ambientales adversas en las que se desarrollan.
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Infecciones
Los hijos de mujeres droga dependientes presentan riesgo elevado de contraer, sobre todo por transmisión vertical, determinadas infecciones que son frecuentes en estas mujeres, en parte por el efecto inmuno supresor que las propias drogas ejercen sobre el sistema inmunitario del niño. De ellas las más comunes son la infección por VIH ya citada, la hepatitis B y C y la lúes. Con menor frecuencia se presentan otras, tales como citomegalia, toxoplasmosis o infección herpética.
Síndrome de Muerte Súbita del Lactante
Se señala que su frecuencia en estos niños es varias veces superior a la del hijo de madre no consumidora, sobre todo en los expuestos a opiáceos, cocaína, alcohol y tabaco. Como mecanismos implicados se han referido alteraciones del patrón respiratorio durante el sueño, arritmias cardíacas o alteraciones madurativas del centro respiratorio.
Otros Problemas Médicos y Sociales
En este sentido son de interés los debidos al ambiente en el que estos niños se desarrollan, el cual a veces puede ejercer un efecto más perjudicial que la propia droga consumida por la madre. Efectos ambientales adversos que van a afectar también a hijos de padres consumidores de drogas aunque no procedan de embarazos en los que el consumo de drogas se produjo.
Las situaciones patológicas más frecuentes en estos casos son el abuso y negligencia hacia los niños, las anomalías del comportamiento materno, la poca capacidad receptiva de los padres y el desarrollo de un ambiente donde con frecuencia aparece violencia y que se traduce muchas veces en malos tratos físicos y abusos sexuales.
Por todas estas razones estos niños deben incluirse en el grupo de niños maltratados.
Es de interés también señalar que la mayor parte de las drogas pasan a la leche materna y, por lo tanto, si los niños la toman pueden presentar síntomas tóxicos. Así, se ha descrito en la cocaina, alcohol y tabaco en relación a la nicotina. Asimismo, se resaltan los efectos adversos de la exposición pasiva a la cocaína por niños en los primeros años cuando sus padres son consumidores de la misma. Las consecuencias de ésta exposición son, sobre todo convulsiones y en menor medida alteraciones del estado mental o accidentes cerebrovasculares.
Por otra parte, hay que recordar que después del nacimiento, muchos hijos de madres drogadependientes van a morir precozmente por padecer SIDA contraído por transmisión vertical o bien por razones diversas no van a crecer en su medio familiar, sino que lo harán en centros de acogida, o con familiares más o menos directos o son entregados en adopción o si viven con sus padres pueden ser huérfanos a corto plazo, por la frecuencia del SIDA en éstos.
Asimismo, se plantea la cuestion de si los hijos de padres drogadictos tienen mayor riesgo de ser drogadictos en la vida adulta. En este sentido algunos estudios destacan el papel de los factores genéticos en el alcoholismo, pero ninguno demuestra cómo se transmite esta predisposición. En la experimentación animal se han hecho también algunas aportaciones en relación a la heroína y cocaína, pero faltan datos concluyentes al respecto.