La marihuana, la sustancia ilegal preferida entre los consumidores de drogas europeos, es hoy más potente que nunca gracias a la aplicación de tecnologías innovadoras y sofisticadas técnicas de cultivo.

En 1961 cuando se firmó la Convención Unica de la ONU sobre Narcóticos, el nivel de Tetrahidrocannabinol (THC), la sustancia psicoactiva de la hierba, se estimaba por debajo del 5%.

En la actualidad, en sus versiones más poderosas, la marihuana puede registrar concentraciones de hasta un 24% de THC, de acuerdo con investigaciones de la Coordinación Nacional de la Política de las Drogas de Suecia.

Opine: ¿generará problemas?

De allí que el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), no ha titubeado en emitir la alerta sobre el peligro potencial de su consumo.

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La Agencia con sede en Lisboa reconoce que los datos disponibles no permiten una valoración diáfana de los efectos del consumo de cannabis en la salud, pero asegura que nadie puede negar que son cada vez más los pacientes que recurren a las clínicas demandando ayuda para poner freno a su adicción.

El 20% de las 326.000 demandas de tratamiento declaradas en el año 2005 en la Unión Europea, se menciona el cannabis como la causa principal de su problema, lo que lo sitúa en segundo lugar por detrás de la heroína.

Esta preocupación ya ha comenzado a reflejarse en algunos países con leyes tendientes a tolerar su consumo, como es el caso del Reino Unido.

Hace dos años, el Gobierno británico decidió clasificar la droga en una categoría menos peligrosa, es decir en un nivel C, pero ahora ha decidido dar marcha atrás a la despenalización y pedirá al Parlamento la reclasificación de la hierba, para volver a situarla en el nivel B.

¿Droga dura?

Marjan Heuving, experta del prestigioso Instituto holandés para la Salud Mental y las Adicciones (Trimbos), afirma a la BBC que la marihuana es una droga blanda y no dura, como la cocaína y la heroína, pues no hay evidencias científicas para declarar lo contrario.

Sin embargo, adelantó que están trabajando en un estudio para certificar si hay una relación entre el aumento de THC y la adicción a su consumo.

“Con los años la marihuana se ha venido haciendo más y más fuerte, pero falta por ver si esto supone un peligro para la salud pública”, aseguró la investigadora.

La política de drogas holandesa está basada en la filosofía de reducción del mal, que consiste en tolerar la venta y consumo de marihuana y hachís, con la intención de alejar a los usuarios de sustancias como la cocaína.

De acuerdo con el OEDT, la potencia de la hierba de cannabis vendida en Holanda es del 17.7%, mientras que en países como Bulgaria y Polonia oscila por debajo del 1%.

Laboratorio

No hay otro lugar en el mundo que reúna más testimonios sobre la evolución de la marihuana que los famosos coffeeshops, los locales donde Holanda tolera la venta de cannabis.

Para darse cuenta de la enorme diversidad, habría que revisar el impresionante menú para fumadores del coffeeshop Dampkring de Ámsterdam, o la selectiva carta de Checkpoint, localizado en el puerto de Terneuzen.

Según los conocedores, a principios de los 90 había sólo tres tipos de marihuana en el mercado holandés, “White Widow”, “AK-47” y “Sensi Star”, ahora hay más de un centenar con el sello “hecho en Holanda” y clasificadas entre suaves, medianas y fuertes; para principiantes, consumidores de ocasión y conocedores.

Está por ejemplo la “Jack Herer”, producto de largos años de mejoramientos selectivos en los invernaderos holandeses y la combinación de tres de las variedades más potentes; “Nébula”, con sabor y fragancia afrutada; y “Durga Mata”, el resultado genético del cruce de dos “Super Shiva”, con aroma y un sabor a hierba picante.

La mayor producción tiene lugar en invernaderos holandeses computarizados dotados con equipo de goteo e iluminación artificial.

Hay también demanda por plantas cultivadas en su ambiente natural, y aquí es donde entran a competir las extranjeras, como las mexicanas “Punta Roja” y “Acapulco Golden”, y la tailandesa “Super thai”, aunque son una rareza en un mercado donde la biotecnología está el servicio de la producción de drogas.

Fuente: news.bbc.co.uk