Un estudio científico de la Universidad de Lousiana, dirigido por la profesora de psiquiatría Ana Kablinger, ha dado por resultado la sorpresiva afirmación: sedantes e inhibidores pueden ayudar en gran forma a reducir la dependencia de los humanos a la cocaína.

Y lo revolucionario de este método está dado en el hecho de que a diferencia de otros tratamientos que intentan convertirse en reemplazos químicos de la cocaína (causando la misma sensación de placer a los pacientes) este se basa en el bloqueo de la producción de cortisol, una sustancia que envía señales de stress al cerebro. Y que para los especialistas es la causa de adicciones y desórdenes psiquiátricos varios.

La Universidad de Louisiana planea ahora comenzar con pruebas en 45 voluntarios, que recibirán la mezcla de sustancias por un período de 6 semanas. Las pruebas serán coordinadas entre la Universidad y Embera NeuroTherapeutics, una firma fundada por el doctor Nicholas Goeders, quien ha sido director del Instituto de Medicina de la Universidad y ha dedicado 25 años de su vida a la lucha contra las adicciones, y marcan un hito en este tipo de tratamientos.

Sobre todo en un país como EEUU donde se estima que aproximadamente 1.700.000 personas sufren de adicción a la cocaína y las autoridades destinan cada año miles de millones en la lucha contra su uso y contra el narcotráfico.

Fuente: www.neoteo.com