Cuando cambiamos nuestras vidas, damos por olvidados los viejos patrones. Algunos de estos viejos patrones, tan dañinos como los que pueden haber sido, eran como nuestros mejores amigos. Podríamos recurrir a ellos para la comodidad y escape. Después de renunciar a ellos, y después de los primeros sentimientos eufóricos de la liberación, también podría tener que lidiar con la depresión y el dolor de la pérdida.

¿Qué debemos recordar en estos momentos? En primer lugar, la depresión tiene un principio, y que tiene un final. En medio de ella, podemos sentir que nada va a quedar bien de nuevo. Que no es así. La pérdida de energía, el ambiente oscuro, la desesperanza, todo pasará y vamos a recuperar nuestra vitalidad y alegría de vivir. En segundo lugar, ayuda a mantenerse activo. La actividad física es uno de los mejores medicamentos para el estado de ánimo deprimido: caminatas vigorosas, trabajo físico, o una buena sesión de ejercicios en el gimnasio. Otro tipo de actividad es ayudar a los demás, llegando a los más necesitados de compañía y una mano de ayuda. Es sorprendente lo bien que se siente de hacer una diferencia en la vida de otra persona. La tercera cosa que puede hacer es dejar que nuestros pensamientos negativos. Simplemente, puede interrumpir una línea de pensamiento de la misma manera que podría interrumpir una conversación y cambiar de tema. Por último, podemos encontrar consuelo en la fe que nuestro Poder Superior proveerá lo que necesitamos en el largo plazo.

Hoy voy a cuidar bien de mi bienestar mental.

Fuente: Clinica Ser