Lo que padres e hijos necesitan saber:
La adicción a las drogas ilícitas, al alcohol e incluso, a ciertas drogas empleadas en medicina como los tranquilizantes o los analgésicos, y que se conocen como si coactivas, es uno de los problemas de salud pública más importantes en todo el mundo.
En ella, pueden caer desde los niños y los adolescentes hasta los adultos, sin distinción de clase social o de nivel educativo. Es más, la comunidad médica ya considera la adicción como un desorden crónico que afecta a las neuronas encargadas de los procesos mentales de pensamiento, raciocinio, voluntad y placer. El adicto no es voluntariamente adicto; más bien es víctima de un conjunto de circunstancias orgánicas y ambientales que lo conducen a seguir una línea de comportamiento y un estilo de vida que, si bien puede abandonar, le resulta muy difícil. De hecho, actualmente los índices de adicción a las diferentes sustancias mencionadas son tan alarmantes, que sus repercusiones, amén de afectar la tranquilidad y economía familiares, constituyen un rubro muy alto en el presupuesto, particularmente en lo que se refiere a investigación médica, prevención y rehabilitación de los adictos.
Tan sólo en Estados Unidos, por ejemplo, la inversión de los últimos años ha sido de 80 mil millones de dólares anuales.
Es por ello, que trabajar en la prevención es una de las tareas más urgentes de la sociedad, comenzando por la familia, que debe estar adecuadamente informada sobre las “opciones” que se encuentran en las calles, en los círculos de amigos, en los colegios y universidades.
¿Por qué se debe prevenir en la escuela?
Porque es uno de los principales agentes de socialización, en la cual se continúa dicho proceso iniciado en la familia, ya sea reforzando las actitudes en ella generadas o bien modificándolas en aquellos casos en que sea preciso.
Porque actúa sobre las personas en una fase del proceso de maduración en la que la intervención del adulto tiene una gran incidencia.
Porque a lo largo de la edad escolar los alumnos están sometidos a cambios y momentos de crisis que les exponen a múltiples riesgos.
Porque se supone que por ella deben pasar todas las personas durante el período más importante de la formación de la persona.
Porque es un espacio ideal para detectar precozmente posibles factores de riesgo.
Porque cada uno de los actores de la comunidad educativa, son agentes preventivos debido a su cercanía con los alumnos, a su papel como modelos y a su función educadora permanente.
Fuente: oni.escuelas.edu.ar