Violencia Juvenil Y Prevencion
Cuando se habla de prevención se suele distinguir varios niveles según el fenómeno de intervención en relación con el problema. Nos referimos a la prevención primaria, a la prevención secundaria y a la prevención terciaria. Se trata de una clasificación que, aunque no sea aceptada por algunos profesionales, sigue siendo útil por su valor didáctico, al ofrecer una visión global de lo que la prevención implica.
-Prevención primaria: La prevención primaria se refiere a las intervenciones a llevar a cabo antes de que la inadaptación se produzca. El objetivo es evitar la aparición del proceso o del problema. Para ello pretende atacar las causas o factores que producen y favorecen la inadaptación. Intenta anticiparse a la formación de estructuras, tanto en el individuo como en la comunidad-sociedad favorecedoras de la inadaptación (Merino, 1987). Se trata, como señala Tieghi (1978), que la inadaptación no surja, buscando y proporcionando la ayuda necesaria para que los individuos en su proceso de socialización dispongan de los apoyos suficientes o de los aportes vitales básicos, y adecuación del medio concreto a estos aportes para desarrollar su sociabilidad e impedir o reducir la inadaptación. Como actividades se pueden señalar aquí la educación, la información, las alternativas, toda tarea orientada al crecimiento personal y social, etc. Se entiende que todo individuo que llega su pleno funcionamiento como persona está inmunizado para la inadaptación. Desde este enfoque se considera que las medidas que se pueden tomar son abundantes y conciernen a la familia, escuela, mass-media, trabajo, urbanismo, tiempo libre, etc. Se trata de articular un plan general de intervención que articule las distintas medidas y coordine las diversas administraciones, entidades y personas implicadas en el tema. Y distingue dos tipos de prevención:
– La prevención general y social, que tienen como función combatir las causas de inadaptación desde una perspectiva global, dentro de un política de creación y reforzamiento de los mecanismos de socialización que existen dentro de una sociedad.
– La prevención que tiene un carácter más especifico y concreto, orientada a descubrir las situaciones personales en las que la inadaptación, la marginación y la delincuencia pueden ser un hecho. El planteamiento de este nivel corresponde a la prevención secundaria a la que nos referimos a continuación.
-Prevención secundaria: Tienen por objetivo descubrir y acabar con un trastorno, proceso o problema lo antes posible o remediarlo parcialmente. Intenta, ante todo, la detección precoz del problema de la inadaptación así como la respuesta inmediata. A partir de aquí ofrece respuestas adaptadas a las necesidades específicas de los individuos implicados: sujetos en dificultad escolar, con problemas familiares o de compañeros, perturbaciones psíquicas (depresión, estrés, etc.), fracasos profesionales, etc. Como actividades se pueden señalar: detección precoz de la inadaptación, intervención en momentos de crisis, atención educativa a grupos de alto riesgo, etc. Es aquí donde se pueden incluir los diversos tipos de medidas que March (1987) propone en relación con la prevención «más específica y concreta»: la potenciación de los mecanismos de guarda y custodia, adopción, familias sustitutas, etc. Para niños en circunstancias de peligro:
– El refuerzo de las medidas educativas o compensatorias como la creación de equipos de calle (educadores de intervención en medio abierto o educadores de calle).
– La creación de servicios sociales específicos: salud, planificación familiar, ayuda domiciliaria, etc.
– La realización de campañas de concienciación ciudadana para recabar colaboración y apoyo a las medidas de carácter preventivo. La mayoría de las intervención educativas llevadas a cabo hasta ahora ante la inadaptación social se han centrado en esta fase. Sin embargo, como señala Merino (1987), las experiencias tradicionales no se consideran muy valiosas en el aspecto educativo, apoyándose en la revisión de los programas más significativos.
-Prevención terciaria: La prevención terciaria pretende detener o retardar la evolución de un trastorno, proceso o problema y de sus consecuencias. Se dirige a los sujetos que ya tienen instaurados los problemas. Como actividades incluye:
– La reeducación.
– La terapia y rehabilitación psicológica.
– La reinserción laboral y social. Con todo, no se puede hacer una división tajante entre los tres niveles, ya que están mutuamente interrelacionados. Ofrecer un tratamiento eficaz para los sujetos claramente inadaptados es también hacer prevención primaria al evitar que estos sujetos sirvan de modelos para otros individuos (familiares, compañeros, etc.), del mismo modo que la prevención secundaria evita que ciertos sujetos, tras una respuesta educativa precoz, sean objeto de la intervención terciaria. Al mismo tiempo, se evitan así nuevos delitos y actuaciones antisociales. Además, las consecuencias de un determinado esfuerzo no deben considerarse desde una perspectiva temporal limitada. Los efectos de cualquier intervención pueden tener impacto preventivo en generaciones posteriores, sobre todo por su influencia en el medio social y jurídico.
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