Todas las adicciones son diagnosticables ya que sus síntomas pueden ser reconocidos y descritos. Sin embargo, generalmente es difícil y costoso que una persona acepte que tiene un problema de adicción; por eso lo mejor es dejar que la adicción sea “autodiagnosticada”.
Lamentablemente, el adicto suele ser el último en enterarse de su propio problema, debido a un mecanismo de defensa denominado “negación”.
Según recomienda el Dr. Arnold M. Washton en su libro “Querer No es Poder”, publicado por la editorial Paidos en 1991, lo mejor que se puede hacer -en lugar de poner una etiqueta- es transmitirle a esa persona reflexiones concretas sobre su conducta y sobre el modo en que ésta le afecta a uno.
Los 4 signos/síntomas cardinales de la adicción
1. Obsesión
La conducta adictiva es, por lo general, apremiante y obsesiva. Cuando se es adicto a menudo no se puede pensar en otra cosa que no sea la droga, el modo de conseguirla, la forma de administrarla, etc. En general, la adicción es vivida como una obsesión que dirigirá gran parte de su tiempo, su energía y su atención.
El estilo de vida se vuelve monótono y “unimodal”: todo gira en torno a la adicción, y el resto de personas, cosas, intereses, obligaciones,… pasa a un plano secundario.
2. Consecuencias negativas
Lo que hace que una adicción sea una adicción nociva es que se vuelve en contra de uno mismo y de los demás. Al principio se obtiene cierta gratificación aparente, igual que con un hábito. Pero más temprano que tarde su conducta empieza a tener consecuencias negativas en su vida.
Las conductas adictivas producen placer, alivio y otras compensaciones a corto plazo, pero provocan dolor, desastre, desolación y multitud de problemas a medio plazo.
Las consecuencias negativas asociadas a las adicciones afectan a muchos aspectos diferentes de la vida de una persona. Los más importantes son:
* Relaciones: La relación con la familia, amigos o pareja se altera, aparecen discusiones frecuentes, desinterés sexual, la comunicación se interrumpe, hay pérdida de confianza, alejamiento, etc.
* Trabajo: Cuando una persona tiene una adicción suele restarle tiempo a su trabajo para buscar la droga o recuperarse de su uso, suele llegar tarde, hay menor productividad, deterioro de la calidad del trabajo o pérdida del propio trabajo.
* Economía: Al destinar la mayor parte del dinero a comprar las drogas, apenas queda dinero para otras cosas. Los ahorros se agotan y suele aparecer el endeudamiento. A veces para poder sufragar los gastos de la adicción se ve obligado a recurrir a actividades ilegales.
* Salud psíquica: Los adictos suelen padecer una amplia gama de trastornos psicológicos, como estados de ánimo negativos e irritabilidad, actitudes defensivas, pérdida de autoestima e intensos sentimientos de culpa.
* Conducta: Como conseguir y usar la droga se ha vuelto casi más importante que ninguna otra cosa, los adictos se vuelven egoistas y egocéntricos: no les importa nadie más que ellos mismos.
* Salud física: La adicción suele conllevar la aparición de multitud de síntomas físicos incluyendo trastornos del apetito, úlcera, insomnio, fatiga, más los trastornos físicos y enfermedades provocadas por cada sustancia en particular.
3. Falta de control
El rasgo distintivo de la conducta adictiva es que al tratar de controlarla, la voluntad resulta insuficiente. La sustancia o actividad en cuestión controla a la persona, en lugar de ser al contrario. La falsa percepción de autocontrol es uno de los grandes paradigmas para entender las adicciones. Los drogodependientes creen que pueden controlar la droga: la cantidad, las dosis, la frecuencia, etc. sin embargo nada hay más equivocado que esta creencia.
Pensar que uno posee cierta omnipotencia frente a las drogas es una ingenuidad, y más aún cuando ya existen antecedentes de consumo. Si para las personas abstemias resulta difícil controlar la ingestión de alcohol, para las personas que tienen una historia de consumo y/o abuso de alcohol resulta muy difícil parar, decir no o evitar una situación.
4. Negación
A medida que los adictos empiezan a acumular problemas (en el trabajo, hogar, socialmente), inevitablemente comienzan a negar dos cosas:
* que la droga o actividad en cuestión constituya un problema que no pueden controlar
* que los efectos negativos en sus vidas tengan alguna conexión con el uso de la droga o actividad.
Como la negación es un proceso mental ficticio, negar la propia adicción o sus consecuencias significa, literalmente, estar fuera de contacto con la realidad.
La negación asume muchas formas
* Negar terminantemente: “No, yo no tengo ningún problema”
* Minimizar: “No es tan grave”
* Evitar el tema por completo (ignorarlo, negarse a abordarlo o desviar la atención a otro tema)
* Culpar a otros: “¿Quién no haría esto en mi situación?”
* Racionalizar: “Lo mío no es tan grave”
Fuente: www.lasdrogas.info