¿Por qué NO es recomendable un internamiento involuntario de un familiar con problemas de alcoholismo o adicción?

 
Cuando hay problema de adicción (para el alcoholismo también aplica la terminología “Adicción”) la familia generalmente se encuentra tan angustiada y desesperada que muchas veces piden la ayuda a modo de querer ingresar a su usuario a un centro de rehabilitación de manera involuntaria, lo cual se logra generalmente a través de engaños o mediante un grupo de personas que los someten (en contra de su voluntad) para así “recibir la ayuda”.

Obviamente la consecuencia es que la persona va a estar muy enojada y resentida en un principio ya que no fue decisión de él (ella) sino de su familia, y a pesar de que la intención era por un acto de amor, terminan convirtiéndose en una imposición de la propia voluntad, con lo cual la posibilidad de rehabilitarse es mínima.

¿Pero si no lo hacemos tememos que se vea afectado? Ese es el mayor argumento por el cual la familia toma esa decisión, es de entender que la familia piense así, y es importante aclarar que es válido no saber y por esa razón es la idea de este artículo, ya que para que un adicto se atreva a pedir ayuda es porque el estilo de vida o las consecuencias que está viviendo a raíz de su consumo son tan desagradables y/o dolorosas que no soportará más seguir viviendo así (fondo de sufrimiento) y es ahí cuando ahora sí, pedirá la ayuda que lo saque de ese infierno en el que vive.

Consecuencias dolorosas o peligrosas

El problema es que la familia no se atreve o no soporta ver a su familiar adicto en esas condiciones de sufrimiento y antes de que “toque fondo” usualmente terminan rescatándolo y por consiguiente prolongando esta enfermedad e irónicamente haciendo que cada vez las consecuencias sean más dolorosas y más peligrosas.

Recuerde, la clave para que nuestro familiar pida la ayuda, es dejarlos que toquen su fondo de sufrimiento y ahora, sí busque la ayuda de un centro especializado en adicciones, en donde sea tratado con respeto y amor. Los lugares en donde se usa el maltrato, la violencia y la descalificación generan un bloqueo que impide la plena recuperación. Si bien muchos lugares dicen que funciona, pero no es porque la persona se haya rehabilitado, sino porque simplemente se está aguantando a no hacerlo por temor a que lo vuelvan a internar pero no por el deseo de elegir un nuevo estilo de vida.

Piénselo, medítelo y si identifica mucha ansiedad y preocupación en usted, pida ayuda pero no para su familiar adicto, sino para usted.
“El que pide la ayuda, es el que necesita la ayuda”.
 
 

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Guillermo Rojas Ayón
Cédula Profesional. 7237938
Especialista en adicciones
Terapeuta de Clínica SER