Proceso de internamiento

Dentro del proceso de internamiento, uno de los temas a abordar tanto en pacientes en internamiento, como en familiares, es “el resentimiento”, muchas veces la relación que tienen consigo mismos o con la familia se muestra deteriorada, esto se debe muchas veces a la enfermedad, y por supuesto a las creencias y dinámicas que tienen entres sí.

Es importante comprender como se forma un resentimiento, y como se puede elaborar, la importancia de trabajarlo en psicoterapia, es porque estos precipitan una posible recaída y retrasan la recuperación. Un resentimiento surge de un “daño original”, donde la emoción primaria es el enojo, posteriormente se desarrolla el resentimiento firme, y si este escala se puede desarrollar “odio o sed de venganza”, el cual se intenta evitar, y proporcionar herramientas para gestionar la emoción.

Daño original: El enojo es una respuesta normal, nos avisa que algo anda mal, y que se requiere atención inmediata. Los secretos promueven que aumente más el enojo, tornando a que nos cuestionemos el cariño de nuestros seres queridos, alejándonos por el orgullo y perdiendo la confianza en ellos.

El resentimiento se puede caracterizar por un enojo no canalizado sanamente, se puede notar orgullo, nos cuestionamos los vínculos con la familia, guardamos secretos relacionados con lo que sentimos, se tiene un pensamiento irracional de creer que mi familiar “lee la mente”, se puede notar victimismo, y se pretende tener una disculpa. Pero preguntémonos ¿quién puede llenar nuestras necesidades todo el tiempo?

La mejor manera de abordarlo es canalizando este enojo de manera positiva como en:

Pensar antes de hablar.
Realizar actividad física.
Hacer técnicas de relajación.
Apelar al humor.
Practicar la empatía.
Descansar lo suficiente.
Realizar actividades artísticas.
Reflexionar sobre las consecuencias.

Resentimiento

La manera de trabajar el resentimiento muchas veces se puede dar en un internamiento, ya que la contención, y el aprendizaje de estas herramientas se dan de manera multidisciplinar, en compañía de psicoterapeuta, grupo de ayuda mutua NA o AA,, o internamiento en una clínica de rehabilitación de adicciones y área médica (contemplando que muchas veces la adicción no viene sola, se acompaña de un trastorno).

Para que no se cree un “resentimiento firme”, se sugiere que se hable del tema para no crear un pensamiento rígido, y crear una actitud hostil. También en este punto se crea un cierto escudo, donde nos hacemos desconfiado, temerosos, y se buscan evidencias para confirmar que el daño es agrede.

Se sugiere prevenir la progresión del resentimiento porque este se puede volver “odio o sed de venganza”, puede que el paciente o familiar le cueste desprenderse de su rabia, hasta los que le hicieron daño hayan sido castigados. Lo cierto es que no siempre podemos evitar que otros hagan algo que nos lastime, pero si podemos responsabilizarnos por lidiar con nuestro dolor y enojo ante de que estos se transformen en resentimiento. Por ello se sugiere un proceso multidisciplinario donde se pueda abordar tanto a la familia como a pacientes en rehabilitación, y tratar estos detonadores internos (emocionales).

En Clínica SER la AYUDA está LISTA.

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Elizabeth Romero Zarate

Licenciatura en Psicología

Maestría en Adicciones

Cedula profesional: 11299915

Terapeuta de Clínica SER