alcohol manejar ebrioLa sutileza y complejidad de pericias que se requieren para operar un automotor sin peligro hace que la gente se vuelva susceptible a limitaciones hasta con bajas dosis de alcohol. La evidencia que vincula al alcohol con los accidentes de transportes se funda en estudios experimentales que conduce el Instituto Nacional del Abuso del Alcohol y Alcoholismo que relacionan el efecto del alcohol en pericias específicas relacionadas con la conducción de automotores. El daño se relaciona con el alcohol en términos a su concentración en el corriente sanguíneo.

Por ejemplo, una concentración de alcohol en la sangre (BAC, las siglas en inglés) de 0.04 porciento puede conseguirla un hombre de 150 libras (68 kgs) de peso que consuma dos tragos en una hora. Al conducir, los ojos deben enfocar brevemente en objetos importantes en el campo visual y seguirles la pista a medida que se mueven (junto con el vehículo). Concentraciones bajas a moderadas (las BAC de 0.03 a 0.05 por ciento)interfieren con movimientos voluntarios de los ojos, limitando la habilidad de los ojos de seguir rápidamente la pista a un blanco en movimiento.

Guiar un coche es una tarea compleja psicomotor. Un retraso en el tiempo de reacción corporal entre la vista y las manos se complica por los efectos visuales descritos más arriba, causando serias limitaciones en la habilidad de conducir con una concentración BAC de más o menos 0.035 por ciento. El alcohol impide o limita casi todo aspecto del procesamiento de información del cerebro. Los choferes limitados por el alcohol requieren más tiempo para leer letreros en la calle o reaccionar ante señales de tránsito que choferes sin estas limitaciones. Como resultado, los choferes limitados tienden a ver menos fuentes de información. Un estrechamiento del campo de atención comienza con un BAC de cerca de 0.04 por ciento.

Los choferes deben dividir su atención entre varias pericias para mantener al vehículo en el carril apropiado mientras monitorean el entorno en procura de información vital de seguridad, tal como otros vehículos, letreros de tránsito y peatones. Los resultados de numerosos estudios demuestran que un déficit en la habilidad de dividir la atención puede ocurrir al 0.02 por ciento de BAC.

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