Muchos hombres y mujeres sufren de alcoholismo. El consumo de alcohol en exceso y de manera sistemática de grandes cantidades de alcohol dificulta la vida cotidiana y disminuye drásticamente la calidad de vida de la persona alcohólica y también de su entorno cercano.
Las bebidas alcohólicas han desempeñado un importante papel en la cultura humana. Hasta tiempos más recientes la ciencia no ha decidido determinar el límite entre lo “agradable” y lo “peligroso”, en su uso.
¿Qué es el alcoholismo?
Se denomina alcoholismo al consumo excesivo de alcohol de forma prolongada con dependencia del mismo. Es una enfermedad crónica producida por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual interfiere en la salud física, mental, social y/o familiar así como en las responsabilidades laborales de la persona que lo padece.
El alcoholismo es un tipo de drogodependencia
El alcoholismo se considera una adicción. Y se clasifica esta adicción según dos tipos de dependencias: Dependencia psíquica o psicológica, que lleva al consumo de una concreta droga que alivie la tensión. Dependencia física, que se caracteriza por el conjunto de alteraciones físicas provocadas por el súbito abandono de las drogas.
La dependencia física se manifiesta mediante la tolerancia y el síndrome de abstinencia., se distinguen cuatro categorías de síntomas:
- Un primer estado caracterizado por temblores, hiperactividad e indicios neurovegetativos.
- Disfunción de la capacidad perceptiva; en especial, alucinaciones.
- Convulsiones del tipo “gran mal” epiléptico.
- Temblores, desorientación temporal y geográfica, menoscabo de la conciencia, fiebre y motor de hiperactividad.
Las consecuencias del alcoholismo
El alcoholismo es una enfermedad que puede curarse en su totalidad si están dadas las condiciones para ello. Es decir una dependencia al alcohol que no recibe tratamiento puede ser mortal. Las complicaciones más comunes que derivan del alcoholismo son:
• Pancreatitis aguda y crónica.
• Cardiomiopatía alcohólica.
• Neuropatía alcohólica.
• Varices esofágicas sangrantes.
• Degeneración cerebral.
• Cirrosis hepática.
• Complicaciones de la abstinencia alcohólica.
• Depresión.
• Disfunción en las erecciones.
• Síndrome fetal alcohólico en los hijos de mujeres alcohólicas.
• Aumento de la presión arterial.
• Incremento en la incidencia del Cáncer.
• Insomnio.
• Deficiencias nutricionales.
• Suicidio.
• Síndrome de Wernicke-Korsakoff.
Tratamientos para salir del alcoholismo
El tratamiento para salir del alcoholismo puede incluir desintoxicación (el proceso de eliminar alcohol del cuerpo sin peligro); el tomar medicamentos recetados tales como disulfiram (Antabuse o naltrexone) para ayudar a prevenir el volver a beber alcohol una vez que se ha dejado el hábito.
La consejería, alcohólicos anónimos, por ejemplo, cuenta con un programa de recuperación que consta de doce pasos. Ese programa es la estructura según la cual se orientan los integrantes de cada grupo. El último paso se centra en seguir transmitiendo el mensaje a las personas que continúan atadas al alcohol. Los grupos de ayuda también incitan a desarrollar otras estrategias para enfrentarse a situaciones y sentimientos sin incluir alcohol.
Fuente: www.editum.org