Más allá de la desintoxicación o retirada del alcohol del organismo, es necesario recuperar en el paciente las zonas del cerebro que han sido dañadas por la adicción, es decir, es necesario que se genere un nuevo proceso de neuroadaptación, pero ahora no patológico.

Así entonces, los métodos “tradicionales” de desintoxicación sirven para realizar una desintoxicación del alcoholismo y limpiar el organismo, controlando los síntomas de la abstinencia, pero no restauran esas zonas cerebrales donde el alcohol ha causado cambios neuroquímicos, con el riesgo adicional que este tipo de desintoxicaciones puedan enmascarar otros síntomas de daño cerebral. Además, hay que considerar que la medicación que generalmente se utiliza en estos procedimientos, que la mayoría de las veces se recurre a medicación derivada de las benzodiacepinas, a la larga provoca otra adicción en el paciente: a los tranquilizantes.

Esta recuperación neuronal se hace hoy en día por medio de un avanzado tratamiento de desintoxicación del alcoholismo del tipo farmacológico, llevado a cabo por profesionales de la medicina, la psicología y la enfermería y con un control y monitorización contínua del paciente en un entorno hospitalario adecuado. Mediante éste procedimiento de neuroadaptación, se actúa en los receptores cerebrales, y en sistemas y estructuras alterados por el alcohol, como la corteza cerebral, formación reticular, la médula espinal, y el cerebelo, que además están asociadas con el síndrome de abstinencia, por lo que, al intervenir en la recuperación de estas áreas, se previene la aparición de los síntomas de abstinencia.

Así, por una parte, la recuperación de las estructuras cerebrales permite la eliminación de los síntomas de abstinencia y permite que desaparezca el ansia y el deseo irrefrenable de consumir alcohol. Y por otro lado, este tratamiento de desintoxicación del alcoholismo especializado, al recuperar las funciones cerebrales alteradas por el alcohol, provoca que se restauren procesos avanzados de cognición y afectividad, como la capacidad de atención, concentración, la capacidad para leer, la conciencia o la serenidad.

Bajo estas condiciones, el tratamiento de la adicción al alcohol tiene varios e importantes logros mediatos e inmediatos: proporciona un abandono seguro de la adicción bajo estricto control médico y psicológico; permite vivir en el paciente un proceso abstinencial sin sintomatología dolorosa, es decir, sin sufrimiento; al mismo tiempo que permite recuperar en el paciente sus procesos cognitivos y afectivos que habían sido alterados; y permite por tanto, que el adicto al alcohol tenga una buena disposición a la psicoterapia, por no haber pasado por un tratamiento de desintoxicaión del alcoholismo con el malestar de la abstinencia, para que en definitiva, el paciente pueda tomar el control de su vida libre de alcohol.

Fuente: www.tratamiento-alcohol.com