Podemos precisar que muchos de los inicios para el consumo de drogas legales e ilegales se sitúan en la adolescencia, aquella etapa vulnerable para el uso de estas sustancias, el alto riesgo a la dependencia y el desarrollo de sus consecuencias.

En nuestro país se observa una tendencia a iniciar el consumo de drogas licitas e ilícitas a edades cada vez más tempranas.

Así mismo, en nuestro medio el fenómeno de las drogas tiene que ver con una especial forma de divertirse, concentrando las actividades de fin de semana en el “descontrol”. Entonces esa “especial forma de divertirse” asociado a la falsa percepción que se tienen de las diferentes sustancias, convirtiéndolas en “instrumentos”, que actúan como facilitadores para el “logro de mejores estados de animo”, que de modo estereotipado se esperan como los adecuados en el contexto de diversión del fin de semana (“estar empilado/a, sentirse relajado/a, expresar lo que sienten, estar en onda, encontrarse con uno mismo/a, sentirse chevere”) generarían la minimización de sus riesgos .

Me gustaría mencionar una serie de características, que poco o nada tienen que ver con el perfil de una persona adicta o dependiente a las sustancias psicoactivas:

Personas (jóvenes, adolescentes, adultas) que estudian, trabajan, tiene familias.
Puede existir aun dependencia familiar (vivir con los padres).
Consumo frecuente asociado a contextos de ocio, diversión y amigos.
Consumos excesivos de fin de semana.
Presencia de consumo múltiple (por Ej. alcohol, tabaco, marihuana, etc.).
Percepción errónea al tratarse de un uso centrado en el fin de semana y no diario.

El abuso de sustancias conlleva a una serie de riesgos tanto personales, sociales, familiares y de salud. El Abuso de sustancias esta caracterizado por un patrón desadaptativo que conlleva a un deterioro y malestar, como son las siguientes:

Fracaso en obligaciones laborales, escolares – académicas.ç
Uso recurrente de la sustancia en situaciones en las cuales es físicamente peligroso (conducir un auto, realizar actividades bajo los efectos de la sustancia, etc.).
Problemas legales recurrentes como consecuencia del uso de sustancias (arrestos, denuncias judiciales, policiales, etc.).
Uso continuo de la sustancia a pesar de tener problemas sociales o interpersonales, provocados o exacerbados por la sustancia (violencia física, verbal, discusiones con la familia, pareja a consecuencia de la intoxicación, homicidio).

* DSM IV, 1994. Se debe cumplir un criterio o más, en un período de 12 meses

Es frecuente observar episodios de abuso o uso excesivo de sustancias, por ejemplo en contextos tanto universitarios como escolares, esto podría llevarnos a pensar en conceptos como alcoholismo o drogadicción, sin embargo muchas de estas experiencias son más que episodios y estados de intoxicación en que se involucran los jóvenes.

Del mismo modo cabe mencionar que el involucrarse con frecuencia este tipo de situaciones que tiene que ver con el exceso puede ser el camino a un proceso de dependencia y el desencadenamiento de consecuencias en los diversos aspectos de su vida.

Hoy en día con los avances tecnológicos y los beneficios del uso de Internet en la adquisición de conocimientos e información, llama la atención la falsa y en ocasiones escasa información que se puede tener sobre el consumo de sustancias; ocurre por ejemplo con la marihuana, argumentos como “yo puedo dejarla, controlarla, es solo de fines de semana, me invitan yo no la compro, es natural, es light, marihuana si pero cocaina ni hablar…”, general un “aparente control” disminuyendo la percepción de riesgo.

Azucena Ávalos Jara – Psicoterapeuta Conductual Cognitivo. Especialista en Adicciones.

Fuente: consultoria-psicologica.com