En la mayoría de países del mundo se prohibe el consumo de drogas y se lucha contra el tráfico.
El resultado son millones de adictos, miles y miles de muertos por consumo y por la delincuencia derivada del enorme mercado de drogas ilegales.
Hemos potenciando la delincuencia en casa y el terrorismo fuera. Una de las razones por la que muchos economistas están a favor de relajar las leyes sobre el consumo de drogas es que la prohibición incrementa los precios, lo que a su vez incrementa los márgenes para todos, desde los cárteles latinos de la droga hasta los talibanes. Ex presidentes de México, Brasil y Colombia han pedido que se adopten otros métodos como los basados en las campañas públicas contra el tábaco.
Se han malgastado recursos. Los gobiernos federales y estatales han empleado miles de millones de dólares anualmente en la financiación de fuerzas policiales, prisiones y tratamientos [sólo el 14% de personas en prisiones estatales reciben algún tipo de tratamiento]
Los retos son tan grandes como las incertidumbres porque el riesgo de que la liberalización de las drogas pueda llevar a un incremento en su consumo, pero la evidencia sugiere que el riesgo es relativamente pequeño y aquellos estados que han descrimininalizado el consumo de marihuana no han visto incrementado su consumo. El tráfico de drogas mueve cantidades de dinero que no se llegan a comprender.
Fuente: www.dedrogas.com