La heroína es una droga ilegal altamente adictiva. No sólo es el opiáceo de más abuso sino que también es el de acción más rápida. La heroína se procesa de la morfina, sustancia que ocurre naturalmente y que se extrae de la bellota de ciertas variedades de amapolas o adormideras. Típicamente se vende en forma de polvo blanco o marrón, o como una sustancia negra pegajosa conocida en la calle como “goma” o “alquitrán negro” (“black tar heroin”). Aunque se está volviendo más común encontrar heroína de mayor pureza, la mayoría de la heroína que se vende en la calle ha sido mezclada o “cortada” con otras drogas o con sustancias como azúcar, almidón, leche en polvo o quinina. También se vende en la calle heroína que ha sido cortada con estricnina u otros venenos. Debido a que las personas que abusan de la heroína no saben la fuerza real de la droga o su verdadero contenido, corren el riesgo de una sobredosis o de morir. La heroína también presenta problemas especiales debido a la transmisión del VIH y otras enfermedades que puede ocurrir al compartir las agujas u otros equipos de inyección.
¿Cuál es el alcance del uso de la heroína en los Estados Unidos?
De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud del 2003 –que en realidad puede haber subestimado el uso de opiáceos ilícitos (heroína)– alrededor de 3.7 millones de personas han usado heroína en algún momento en su vida, y más de 119.000 de ellas informaron haberla usado en el mes anterior a la encuesta. Se calcula que unos 314.000 americanos usaron heroína en el año anterior a la encuesta, y que el grupo con el mayor número de usuarios era el de los mayores de 26 años. La encuesta reportó que de 1995 al 2002, el número anual de usuarios nuevos de heroína fluctuó entre 121.000 a 164.000. Durante este período, la mayoría de usuarios nuevos (en promedio, el 75 por ciento) tenían 18 años en adelante y la mayoría eran varones. En el 2003, el 57.4 por ciento de los que habían usado heroína en el año anterior se podían clasificar como dependientes o abusadores de heroína y se calcula que alrededor de 281.000 personas recibieron tratamiento para el abuso de heroína.
El Estudio de Observación del Futuro, una encuesta anual auspiciada por el NIDA sobre el uso de drogas por los estudiantes del 8°, 10° y 12° grado en todo el país, informa que el uso de heroína se mantuvo estable del 2003 al 2004. El 1.6 por ciento de los estudiantes del 8° grado y el 1.5 por ciento de los estudiantes tanto del 10° como del 12° grado habían usado heroína alguna vez en su vida.
Según la Red de Alerta sobre el Abuso de Drogas (DAWN, por sus siglas en inglés), sistema que recolecta datos sobre las visitas a las salas de emergencia de los hospitales en 21 áreas metropolitanas en las que se menciona el uso de alguna droga, en el 2002 hubo 93.519 episodios de visitas hospitalarias relacionadas a la heroína.
El Grupo de Trabajo de Epidemiología de la Comunidad (CEWG, por sus siglas en inglés), auspiciado por el NIDA, proporciona información sobre la naturaleza y los patrones de uso de drogas en 21 ciudades. En su publicación de diciembre del 2003, informó que la heroína era la droga que más se menciona como la principal droga de abuso en una gran parte de las admisiones a tratamiento para el abuso de drogas en las ciudades de Baltimore, Boston, Detroit, Los Ángeles, Néwark, Nueva York y San Francisco.
¿Cómo se usa la heroína?
La heroína generalmente se inyecta, se inhala o aspira, o se fuma. Típicamente el adicto se puede inyectar hasta cuatro veces al día. La inyección intravenosa proporciona la mayor intensidad y causa la oleada de euforia más rápida (de 7 a 8 segundos), mientras que la inyección intramuscular produce un inicio relativamente lento de la euforia (de 5 a 8 minutos). Cuando la heroína se inhala o se fuma, generalmente se sienten sus efectos máximos después de unos 10 a 15 minutos. Los investigadores del NIDA han confirmado que todas las formas de administración de la heroína causan adicción.
La inyección continúa siendo el método de administración más común entre los adictos de heroína que buscan tratamiento. En muchas de las áreas del CEWG, se reporta un aumento en el uso de heroína por vía inyectable, mientras que su uso por inhalación está disminuyendo. Sin embargo, hay ciertos grupos como el de las personas de raza blanca que viven en los suburbios en el área de Denver, que informan fumar o inhalar la heroína porque creen que estas vías de administración causan menos adicción.
Con el cambio en los patrones de abuso de la heroína se presenta un grupo aún más diverso de usuarios. En años recientes, la disponibilidad de una heroína de mayor pureza (que es más apta para la inhalación) y la disminución en los precios reportados en muchas áreas, han aumentado la atracción por la heroína para usuarios renuentes a inyectársela. Por otra parte, la heroína también ha comenzado a aparecer en las comunidades más afluentes.
Fuente: consumodrogas.info