¿Alguna vez haz manejado una tarjeta perforada de una tienda de café? Si compras nueve cafés, se obtiene el décimo libre. A pesar de que no estás pagando por ello, ya sabes esta compra no es libre. El precio era de tenerse en cuenta en compras anteriores. Pero aún así, conseguir algo gratis es dulce. Sentimos que nos merecemos lo que se nos entregó.

¿Alguna vez has tenido la experiencia de mudarte a un apartamento o una casa, y aunque se veía bien, la decoración no era la tuya? Tengo que hacer algo para que sea mía , se piensa, incluso si es sólo pintar una pared.

Muchas cosas en la vida son así. No se sienten como nuestras y no sentimos como si las merecieramos, hasta que dedicar tiempo y esfuerzo en ello. Entonces nos sentimos como que nos pertenece.
En Alcohólicos Anónimos, no hay derechos, tasas o tarifas. El único requisito para ser miembro es el deseo de mantenerse sobrios. Pero lo que hacemos con ciertas cosas. Trabajamos los Pasos. Vamos a las reuniones. Trabajamos con otros alcohólicos. Y a pesar de que la sobriedad es un don de Dios, comenzamos a sentir como que nos merecemos que la sobriedad es nuestro trabajo para que sea la nuestra.

La mayoría de nosotros nos gusta el concepto de obtener algo gratis. Pero poco en la vida se puede comparar a sentir que nos merecemos lo que nos hemos ganado.

Fuente: Clínica Ser