Todos cometemos errores, la diferencia ahora, es que puedo ver después con más claridad, y no vivo en una negación acerca de ellos.
Si llego a ser muy crítico de mí mismo cuando cometo un error, puedo recordarme a mí mismo que es parte del ser humano, puedo recordar que se trata de una experiencia de aprendizaje para no volver a cometer un error tan fácilmente en el futuro. Los errores no se hacen intencionalmente, sino que son causados por errores de falta de información o falta de atención.
Hoy presto atención más que nunca y tengo más información que la que he tenido. Los errores todavía van a pasar, pero probablemente no serán tan graves o peligrosas como lo fueron en mi pasado. Me puedo permitir cometer errores, comprender que me puedo dar esa libertad, así me estoy aceptando por lo que soy y amándome a mí mismo incondicionalmente.
Fuente: Clinica Ser