El Gobierno de Estados Unidos pretende reducir en un 15 por ciento el consumo de narcóticos entre los jóvenes en un plazo de cinco años, según la Nueva Estrategia de Control de Drogas.

Según el informe, que el director de la Oficina Antidrogas de la Casa Blanca, Gil Kerlikowske, presentará este martes y al que Efe tuvo acceso, la nueva estrategia dejará de poner énfasis tanto en la droga como un problema de la Justicia como en considerarla una situación de salud pública.

El acento se pondrá en la prevención del consumo en las comunidades y en la intervención temprana para romper la adicción, así como en la integración de los tratamientos contra la droga en el sistema de salud.

La estrategia buscará también fortalecer la cooperación con los socios internacionales en áreas que van desde la lucha contra el narcotráfico a un aumento de la ayuda en tratamientos para la adicción, a través del programa ya existente sobre el sida.

En ese sentido, Kerlikowske, que ha viajado a América Latina en tres ocasiones desde su llegada al cargo hace un año, declaró a Efe su satisfacción por la cooperación lograda con México en la lucha contra el narcotráfico, un asunto que, según apuntó, se abordará en la visita que el presidente Felipe Calderón hará a Washington dentro de dos semanas.

“Estoy seguro de que esos niveles de apoyo van a continuar”, declaró el alto funcionario.

Según indicó, muchos de los países implicados en la producción y tránsito de la droga “comienzan a entender también que tienen un problema de consumo dentro de sus propias fronteras y eso nos pone a todos en el mismo equipo, con los mismos problemas”.

“Todos entendemos que podemos actuar en la prevención, en los tratamientos”, agregó Kerlikowske.

Según el informe, EE.UU. “es uno de los mercados más lucrativos para las drogas ilegales” y por ello “nos interesa cooperar con los socios internacionales para reducir el narcotráfico global porque tales acciones protegen la salud y el bienestar de nuestros ciudadanos”.

Además, admite, este país “comparte la responsabilidad con los países productores y de tránsito por la existencia de esta empresa delictiva, violenta, peligrosa y desestabilizadora”.

Entre las propuestas, la Oficina Antidrogas de la Casa Blanca prevé el desarrollo de operaciones conjuntas contra el narcotráfico con países aliados para provocar interrupciones en el flujo de dinero, drogas y precursores químicos.

También buscará aumentar la implicación en los esfuerzos contra la droga mediante la asistencia técnica y el adiestramiento para facilitar que los países socios puedan contar con instituciones sanitarias, judiciales y cívicas más firmes.

Incluye también la promoción de cultivos alternativos para los campesinos que cosechan coca y opio y una intensificación de la cooperación entre las agencias de inteligencia y seguridad.

Asimismo, se propone atajar la financiación de las organizaciones narcotraficantes mediante mayores esfuerzos internacionales contra el blanqueo de dinero y aumentar el apoyo a la iniciativas para la prevención y el tratamiento, junto a la ONU y a la Organización de Estados Americanos (OEA).

Según los datos de la Administración de Servicios de Salud Mental y contra el Abuso de Sustancias, en 2008 un 47 por ciento de la población estadounidense mayor de doce años reconocía haber consumido una droga prohibida al menos una vez en su vida.

Un total de 102 millones de estadounidenses, casi el 45 por ciento de la población, admitía haber consumido marihuana alguna vez.

Fuente: ieanet.com